Se calcula que, sin el glifosato, la producción de trigo en la UE podría disminuir hasta en 24 millones de toneladas. En el caso del trigo, el rendimiento se reduciría entre un 8% y un 18% y una tasa similar (8-19%) afectaría a la cebada.

En el marco de la UE, la eliminación del glifosato en la producción de trigo se traduciría en un incremento de los costes para el sector de hasta 10.500 millones de euros, derivados tanto de la reducción de la producción agrícola (y por tanto de los ingresos) como del aumento de los costes de producción.

Una encuesta realizada entre los agricultores italianos en 2017 estimaba una caída del 20% de los rendimientos del maíz, lo que supone una pérdida de ingresos de 494 euros por hectárea. Con unas 660.000 hectáreas de maíz en 2017, las pérdidas alcanzarían los 326 millones de euros. En el caso del trigo duro, las pérdidas de rendimiento serían de un 33% con una disminución de ingresos de 399 euros por hectárea. Con aproximadamente 1,27 millones de hectáreas de trigo duro en 2017, las pérdidas alcanzarían los 506 millones de euros.

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